Peter (Jerry Lewis) está casado con la encantadora Nancy (Anne Francis) y tiene dos hijos. Tras una visita rutinaria, su médico (Peter Lawford) le comunica que padece una enfermedad terminal. Ante esta perspectiva, Nancy y él deciden disfrutar al límite del tiempo que le queda y gastan el dinero a manos llenas. Estando de viaje, el médico llama a Peter para comunicarle que el diágnóstico es erróneo. Con unas facturas que ascienden a 100.000 dólares, Peter y Nancy tendrán que buscar una solución que les permita salir del atolladero en que se han metido.