Un pequeño autocar atraviesa las montañas de Transilvania. En él viajan seis personas: es la servidumbre contratada para un castillo. Durante el viaje, de repente muere el conductor, y los pasajeros se extravían y van a parar a Tolnia, un extraño pueblecito, totalmente desierto, aunque, misteriosamente en el mesón el fuego está encendido, las bebidas servidas y las camas listas para dormir. El grupo decide pernoctar allí, pero, durante la noche, uno de ellos decide salir a dar un paseo y es perseguido y acosado por seres extraños que se abalanzan sobre él.