Elizabeth Lancaster se somete a un trasplante de corazón, que aunque le salva la vida la deja emocionalmente distanciada de su marido y sus hijos. Lo que ella no esperaba es que cuando aparece en su vida el marido de la mujer fallecida cuyo corazón ahora late en el cuerpo de Elizabeth, ambos se enamoran. Además de traicionar a su marido, Elizabeth también tendrá que lidiar con su hermano, un jugador que quiere vender una centenaria finca con plantaciones de sidra de la familia.