La segunda temporada nos presenta a los protagonistas atrapados en una situación que no pueden controlar. Y de manera bastante literal, porque están en prisión. Después de haberse pasado todo el año pasado intentando recordar quiénes eran, lo que hicieron en su "vida" pasada vuelve para ajustar cuentas. Ellos pueden no recordar exactamente qué hicieron pero, como le ocurre a Dos, saben que son culpables. La diferencia es que empieza a sugerirse que están siendo utilizados en un juego mucho mayor del que ellos, hasta ahora, no tienen conocimiento.