Madagascar, la isla más antigua del planeta, es en sí misma toda una prueba de la evolución de nuestro planeta. Formada hace 88 millones de años tras separarse de India y África, en ella podemos encontrar especies endémicas que sólo existen en esta parte del mundo. Una cordillera separa la selva tropical del desierto, convirtiéndose en barrera contra el viento y la lluvia. El comportamiento de los camaleones, la evolución del árbol de bambú o el vertebrado más pequeño del planeta hacen referencia al abanico de especies que cohabitan en este lugar. Contamos también con la aparición del animal que más asociamos con esta isla; los lémures. De distintos tamaños, estos mamíferos se alimentan de flores de bambú y de escarabajos, entre otras cosas.